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El Gobierno atenuó el impacto de la crisis económica mundial en la pobreza y el desempleo este año.
Las ayudas sociales y la creación de puestos de trabajo, sumado a una baja inflación, lograron reducir los aumentos esperados en ambos indicadores.
Así lo muestran los resultados de la Encuesta de Hogares 2009, divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
El porcentaje de hogares pobres aumentó de 17,7% en el 2008 a 18,5% en el 2009. El mayor crecimiento se dio en la pobreza extrema que pasó de 3,5% a 4,2% para dichos años. El desempleo abierto subió de 4,9% a 7,8%.
Los resultados demuestran que la desigualdad registró su mayor nivel desde 1987. El ingreso del 20% de los hogares con mayores recursos superó en 10 veces el del 20% de los que menos tienen. El año pasado fue de nueve veces.
Resultados. En el caso de la pobreza, el incremento implica que 17.000 hogares más son pobres. Las familias que no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas llegaron a 236.000.
Se definen como hogares pobres aquellos que tienen un ingreso inferior a los ¢73.482 por cada miembro . Por ejemplo, una familia de cuatro miembros con un ingreso menor a los ¢250.000 se clasifica como pobre, pues tiene un ingreso por persona de ¢62.500.
El alza implica que hay 64.000 personas más tras un empleo.
En la Encuesta el desempleo se define como las personas de la fuerza de trabajo (de 12 años y más que laboran o buscan empleo) que estaban sin trabajo en la semana de referencia, o que se encontraban disponibles para trabajar de inmediato, y que habían tomado medidas concretas durante las últimas cinco semanas para procurar una ocupación.
“Los cambios observados en empleo, ingresos y pobreza resultan extraordinarios por su magnitud y porque son consecuencia de fenómenos igualmente extraordinarios como la caída en la producción y la baja notable en la inflación” señaló el presidente del INEC Víctor Hugo Céspedes.
¿Cómo ayudó el Gobierno? Céspedes explicó que la menor inflación fue un factor importante para que la pobreza no aumentara más.
La razón es que la pobreza es la comparación de los ingresos de los hogares con el precio de una canasta básica alimentaria, más un monto adicional para cubrir otras necesidades básicas.
El costo de la canasta básica aumentó apenas un 10% entre julio del 2008 y julio del 2009, mucho menos que el alza del 22% del mismo período anterior.
En la reducción de la inflación influye la caída en los precios internacionales de las materias primas y los esfuerzos del Banco Central.
El Gobierno por su parte, incrementó las ayudas sociales, como las pensiones del régimen no contributivo y las becas del programa Avancemos, lo cual incrementó los ingresos. En todas las regiones el número de perceptores de becas en los hogares pobres subió.
Además el sector público aumentó el empleo en casi 30.000 puestos, lo cual compensó la caída de casi 33.000 empleos en el sector privado y ayudó a que el desempleo no subiera más.
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