Tomado de La Nación, 4 de Enero 2010
CONTROL DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
MAG instaló laboratorios en puertos y en las regiones
Se autorizaron 35 plazas nuevas para la vigilancia y control en todos esos sectores
Ministro afirma que el mejoramiento en ese campo debe ser una tarea permanente
Laboratorios en cada uno de los puertos y ocho minilaboratorios en las regiones del país ya están en funcionamiento, como parte de un plan para mejorar el control de plagas y enfermedades agrícolas.
La instalación de estos servicios de laboratorio permitirá tener un mayor seguimiento de las plagas y enfermedades de todo tipo, detalló el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Javier Flores.
El programa es desarrollado por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), adscrito al MAG.
Según el Ministro, se invirtieron ¢516 millones en los laboratorios, monto que se sacó de los recursos propios del SFE.
Esa entidad está autorizada por ley a cobrar por los servicios de certificación de sanidad, mediante análisis de laboratorio. Las pruebas son exigidas para la importación de productos agrícolas y también para la exportación pues son requisito para entrar a diferentes mercados internacionales.
Los minilaboratorios regionales se dedicarán a realizar pruebas rápidas epidemiológicas. De esa manera se detectará rápidamente en el propio sitio la eventual presencia de una plaga o enfermedad para iniciar el control inmediato.
Las pruebas finales se seguirán realizando en los laboratorios centrales del SFE para corroborar las plagas y definir el seguimiento.
La ventaja de los minilaboratorios es que evitan el traslado de los materiales para examen a las instalaciones centrales y permiten acelerar las decisiones de control.
Plazas. Luego de un largo trámite que pasó por la Autoridad Presupuestaria, el Ministerio de Planificación, el Ministerio de Trabajo y el Servicio Civil, el SFE logró abrir 35 plazas para ayudar en este programa, comentó el ministro Flores.
El mejoramiento de esta área, así como la del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), debe ser una tarea permanente y de acciones temporales, añadió.
Por eso, Flores confía en que los programas se mantengan en el próximo gobierno y no se suspendan, como ha sucedido.
Advirtió que todavía se requiere conseguir más plazas para el control efectivo en los puertos y que los programas para mantener bajo control las plagas agrícolas requieren de mucha inversión.
En el 2009, enfatizó, los sistemas de control para evitar la propagación de cuatro plagas exigieron una inversión de ¢750 millones.
Se trata de tres males ya presentes en el territorio nacional y un cuarto que amenaza con llegar en cualquier momento.
El insecto Thrips palmi se convirtió en una gran amenaza pues ataca a alrededor de 50 especies de plantas. Está en la zona sur de Costa Rica y se trabaja en mantenerlo aislado y que no se propague.
También se invirtió en controlar la roya naranja, un mal que afectó a la caña de azúcar en la zona sur y en la rata de campo, diseminada en la región del Pacífico seco.
Además, se tiene un sistema de estricto control para evitar el ingreso del “Dragón amarillo”, que afecta a los cítricos.
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