Tomado de La Prensa Libre, 28 de Octubre 2009.Gobierno está listo para publicar nueva regulación
Emisores y bancos deberán informar detalladamente al cliente sobre intereses, pagos, seguros y otras condiciones del producto
Si bien es cierto, los consumidores siempre deben conocer los riesgos implícitos a la hora de adquirir una tarjeta de crédito, los emisores también tendrán que ser más cuidadosos al suministrar dicho producto, pues en menos de dos meses estarán sujetos a nuevas reglas.
El ministro de Economía, Industria y Comercio, Eduardo Sibaja, anunció ayer que antes de la época navideña saldrá publicado el nuevo reglamento vía decreto, dentro del cual se incluyen además especificaciones para las tarjetas de débito.
“Vamos a unificar la regulación para tarjetas de crédito y de débito en un mismo reglamento porque creemos que no estaba bien regulada”, dijo Sibaja.
Una de las novedades es que en los cajeros automáticos deberá aparecer el costo de la transacción a realizar para que la persona decida si desea hacerlo en ese lugar o prefiere ir a otro lugar, en donde ofrezcan el mismo servicio más barato.
Los gemeleos de tarjeta también forman parte de esta normativa. En ese sentido, se señalarán las responsabilidades del tarjetahabiente y del comercio, en caso de que las tarjetas sean duplicadas, así como el plazo para la atención de la denuncia y cómo operan los servicios de cobertura.
Entre los aspectos que se deben mejorar están la información consignada en el estado de cuenta, respeto de la libre elección del consumidor, regulaciones en materia de publicidad, protección de datos personales del usuario y gestión de reclamos, entre otros.
A manera de ejemplo, Sibaja citó que en el estado de cuenta no solo deberá venir el reporte del pago e intereses de la tarjeta, sino la explicación de cómo se llegó a esa cifra para que el usuario tenga mayor claridad y sepa a que atenerse. Esto incluye la fórmula de cálculo de los intereses.
“Debe haber transparencia en cuanto a la tasa que se va a aplicar para intereses moratorios y corrientes”, agregó el jerarca.
Para Sibaja, si una persona adquiere una tarjeta a un plazo de 36 meses, debe tener la oportunidad de cancelarla en 36 meses, sin que después el emisor salga con que deben cumplirse otros términos, que el usuario no conocía. Asimismo, la nueva regulación incorpora un mecanismo para que el consumidor pueda cancelar una tarjeta de inmediato, siempre y cuando la persona haya finalizado su compromiso adquirido con el emisor.
En cuanto a la libre elección, el emisor no podrá exigir al consumidor la compra de nuevos productos, seguros, o servicios con la adquisición de la tarjeta. Lo anterior significa, que si la persona solo quiere la tarjeta, eso es lo único que le podrán vender.
En publicidad, lo que se pretende es proteger a los usuarios contra el engaño y en la protección de información personal se prohibirá a los emisores usar los datos personales de los consumidores para otros fines ajenos al servicio de tarjeta de crédito.
El marco regulatorio se basa en normativa vigente en México, Chile, Argentina y España, entre otros. También se tomó en cuenta la propuesta, que se estudia actualmente en los Estados Unidos para meter en cintura a los emisores.
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