viernes, 11 de septiembre de 2009

Adobe y bahareque darán nueva vida a la Casa de Jenaro

Tomado de La Nación, 11 Setiembre 2009.
Histórica edificación herediana es restaurada
Adobe y bahareque darán nueva vida a la Casa Jenaro
¢100 millones del Ministerio de Cultura servirán para mejorar paredes y pisos
Se respetan las técnicas originales de la construcción, que tiene 140 años
Pablo Fonseca Q. pfonseca@nacion.com
Publicado: 2009/09/11
Agua, tierra y tiempo. Los materiales básicos para remozar la Casa Jenaro ya se combinan, lentamente, en su patio interno.
En las próximas semanas esta histórica edificación, en Heredia, vivirá un proceso de renovación que espera sacarla del abandono total en que se encontraba.
Sus dueños han insistido en que no tiene dinero para restaurarla. Los indigentes nunca preguntaron si podían dormir en ella o usar las maderas de sus pisos para calentarse por las noches.
Ahora, el Ministerio de Cultura invierte ¢100 millones para detener el deterioro.
Al frente de las obras está el arquitecto Erick Chaves, especialista en adobe y bahareque, los sistemas de construcción combinados en este edificio, construido en la década de 1870 y que se halla al costado sur de la iglesia del Carmen, en la ciudad de Heredia.
Chaves explicó a La Nación parte del proceso que se ejecuta para reforzar o reconstruir las paredes dañadas del inmueble.
Los primero es tener la tierra, mezcla de arcilla, limos y arena en proporciones tales que posteriormente se convertirá en una sustancia que hará las veces del cemento moderno.
Mezclada con agua, la tierra se revuelve durante unos 15 días, en la mañana y por la tarde. Anteriormente se utilizaban animales como bueyes para este trabajo; hoy no queda más que ponerse unas botas de plástico y comenzar a “patear el barro”.
A partir de aquí, se tiene la mezcla básica para hacer los adobes, esos grandes ladrillos modelados en el mismo sitio.
“Se secan una semana a la sombra y luego al sol directo por otras dos semanas”, dijo Chaves.
Los adobes, con 35 libras de peso cada uno, ya se colocan sobre las bases de piedra de la casa.
Para dar el acabado final, se vuelve a utilizar la misma mezcla de tierra como repello, pero esta vez se ha combinado previamente con cal que pasó un mes pudriéndose en un estañón. Esto no solo le da un tono más claro al repello, sino que también le brinda correcto acabado a las casas de adobe.
En cuando al bahareque, que se encuentra en todo el segundo piso de la edificación, el método consiste en agregar a la mezcla de tierra una especie de zacate llamada pitilla, que aún se encuentra en sectores de Heredia como San Pablo y San Rafael.
Esta segunda mezcla se coloca en el sitio donde irá la pared, enclaustrada por un armazón de madera (anteriormente se utilizaba caña) que también define su largo y grosor. En algunos casos se puede agregar teja o piedra como parte de la compactación.
Como con los adobes, el paso final consiste en darle un acabado con la mezcla de tierra y cal.
La restauración de esta casa, declarada patrimonio nacional en el 2005, terminará en menos de dos meses, afirmó Chaves.

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